Debo confesar que aunque me invada la tristeza y el dolor atraviese el alma, todavía siento en el recuerdo tus besos diciendo más de lo hablado durante tanto tiempo.
Fuimos dos almas queriendo amanecer entrelazadas sin sentimientos con mordazas.
Sucedió lento pero fugazmente, mis ganas todavía sienten los besos escasos y las caricias que con tacto bello reforzaban mi condición de ser humano.
A veces ejerzo la duda sobre mi patética memoria, castigandola me doy cuenta de que no es tan errante como pienso. Siento en el recuerdo el calor y la lluvi , el lugar, la música, su sonrisa, el beso, el amor y toda una cadena hermosa de sentimientos que se esconden nitidamente dentro de mi.
Plácidamente nervioso espero tu aparición, mi confianza impulsa a la esperanza a animarse a arrimarse. Tal vez podamos conectar pensándonos, o quizá nunca volvamos a hablar. Espero tu llamado, tu palabra, tu sentir.. lo espero con ansias locas de verte y sentirte nuevamente cerca.
Vuelvo a repetirme incesantemente, casi sumergido en la frustración que la extraño y la quiero. Mi silencio cautiva el alma del desconsuelo, aún queriendo sobrevivir de la desdicha de la libertad de amar sin detenerse.
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